miércoles, 29 de diciembre de 2010

Un poco de privacidad

Siempre me ha sorprendido la falta de cortinas en centro Europa. Desde mi mirada latina, el poder asomarse a la vida privada del ciudadano holandés, sueco o alemán, con tan solo pasearse por la calle, resulta extremadamente inquietante. Dicen que es por su cultura calvinista, no sé, el caso es que no me gustaría vivir en un primer piso en esos países...
El caso es que el bueno de Niklas Roy, supongo que harto de esta situación, ha dado un primer paso para solucionarlo, aunque la cortina se le quedó algo pequeña:





Más información sobre cómo hizo el proyecto aquí.


Hasta pronto.

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